Diferentes caras del poder

Aquest és el discurs després de rebre el premi de l’Asociación de Periodistas de Investigación (API) pel treball sobre l’Assetjament i l’abús de poder a l’Institut del Teatre, publicat al diari ARA el 2021.

“Un taller de segundo. Un grupo de estudiantes. Hablan. Ríen. La chica siente que alguien se acerca por detrás. Dos manazas la envuelven y le aprietan con fuerza los pechos. Una voz masculina le dice: “S’aixeca el teló / Se levanta el telón. ¿Título del artista? L’Sting”. Risas de los compañeros. Alguna nerviosa. Nadie dice nada. Es el profesor. Somos artistas. Ella calla. Se va. ¿Cómo va a decir algo si los propios compañeros se ríen?
Es un ejemplo más. Durante décadas se habían normalizado actitudes deleznables que denigraban a los y las estudiantes. Las mismas situaciones año tras año, los mismos profesores siempre. Con Nuria encontramos un patrón de conducta, la única manera que teníamos de poder explicar esta historia. Fueron más de 1.300 contactos, centenares de cafés.
En este caso se trata del Institut del Teatre. Pero lamentablemente pasa en todas partes. En el club de futbol de mis hijos, en el colegio de tus hijas, con el primo cariñoso, con el jefe de la empresa o el director del programa de televisión. Acoso, abuso sexual y sobre todo abuso de poder.
Las cifras son de pandemia, pero seguimos abordándolo con miedo porque es un tema molesto, violento, porque todos conocemos algún agresor. Con este y otros trabajos similares, en el ARA solo pretendíamos escuchar, que a veces es lo único que piden las víctimas, que alguien las crea y no las juzgue, y llevar al debate público la necesidad de revisar estas relaciones tóxicas que giran alrededor del concepto clave: el abuso de poder. Porque, no nos engañemos, los gritos de los estudiantes de la residencia Elías Ahuja de Madrid y esto que hoy premian, es lo mismo. Diferentes caras del poder. Unos, los que gritaban como simios desde las ventanas, ejercen la violencia desde la brutalidad; los otros, lo hacían desde la tarima, desde el privilegio de sentirse superiores o incluso admirados.
En el ARA no somos la policía de la moral, ni jueces, pero el periodismo, por mucho que no haya denuncias -¿Saben lo difícil que es denunciar?- ni tampoco investigaciones policiales, tiene que poder entrar en estas historias, porque muchas veces las víctimas solo nos tienen a nosotros.
Y si me permiten, una pregunta: ¿Por qué todavía para muchas personas vale más el relato de una persona, del agresor, siempre amigo, siempre poderoso, que el de decenas de testigos que denuncian sus actitudes? ¿La voz del poderoso, del de la tarima, vale más? Esto no va de presunción de inocencia, es defender a tu amigo o a quien actúa como tú”.

L’acte es pot recuperar aquí: https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=q15lG3inbAw, a partir del 1:41:30